Asma y Actividad Física

El asma, provoca habitualmente dificultad para respirar cuando se realiza ejercicio físico. Se potencia esta dificultad cuando los esfuerzos son intensos y repentinos. Por ello, muchas de estas personas que lo padecen, tienen miedo a realizar ciertos esfuerzos físicos, lo que provoca una inactividad física por su parte, que desencadena en un desacondicionamiento físico importante. Esto provoca que, finalmente, con esfuerzos  mínimos entren en crisis.

Un buen asesoramiento deportivo sobre cómo entrenar detendrá esta pescadilla que se muerde la cola. Si no se actúa bien se les condenará a tener muy poca capacidad funcional.

Prescripción no general para las personas asmáticas:

• No se recomienda entrenar a unas intensidades superiores al 60% y 80% del VO2máx de la persona.
• Tanto gente entrenada como no, deberían si fuera necesario, inhalar 10-20 minutos antes de realizar el entrenamiento su medicación.
• Se debe realizar una buena progresión para preparar a todo el sistema respiratorio para un esfuerzo mayor, es decir, realizar un calentamiento al 40-50% durante unos 15 minutos. Además una buena vuelta a la calma también nos evitará problemas.
• Es muy importante que los profesionales ajustemos el volumen e intensidad de la actividad a cada sujeto.
• Se recomienda, en gente que empieza a entrenar, periodos intermitentes de entrenamientos para no forzar el sistema de manera continuada.
• Es importante, no solo trabajar la resistencia, sino la fuerza, también de miembros superiores y tórax para una mejor resistencia muscular en los músculos inspiratorios, lo que reducirá la disnea y la intolerancia a los esfuerzos.
• Mejor entrenar a mitad-final de la mañana.
• No entrenar en condiciones extremas de humedad o temperatura.
• Tras una crisis, detener el entrenamiento durante todo el día, reanudarlo al próxima día y de manera muy progresiva.

Siempre abierto a cualquier sugerencia para mejorar: entrenandoconborja@gmail.com